Las autoridades llegaron temprano este miércoles a la casa de la familia de Nasim Najafi Aghdam, la mujer que odiaba tanto a YouTube que fue a la empresa y comenzó a disparar contra los empleados. Hirió a tres -uno de ellos en estado crítico- antes de suicidarse.

Investigadores de la agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos fueron de mañana a la casa de la familia de Aghdam en la ciudad de Menifee, a unos 727 km de San Bruno, donde se registró el tiroteo el martes a la hora del almuerzo, informaron medios locales.

Aghdam, de 39 años y residente de San Diego, más al sur, a unos 800 km, disparó en un patio abierto de la empresa, generando el caos.

Cientos de empleados salieron corriendo, otros se refugiaron en las oficinas. La policía cerró el complejo tecnológico para requisar el lugar.

Uno de los empleados Salahoden Abdul-Kafi escribió en redes sociales que la tiradora -que pensó era un hombre- "tenía una máscara de disparar y una armadura completa del cuerpo, y caminaba calmadamente y disparaba una pistola".

Las mujeres rara vez son responsables de los muchos tiroteos que tienen lugar cada año en Estados Unidos. Según un estudio del FBI, de 160 tiroteos desde 2000 a 2013, las mujeres abrieron fuego solo seis veces, es decir un 3,8% de los casos.

La policía dijo en un comunicado que "no hay evidencia de que la tiradora conociera a las víctimas" ni que tuviera a nadie concreto en su mira. Aún no se determinó un motivo claro.

- "Tenía mucha rabia" -

El padre de la atacante, Ismail Aghdam, que emigró de Irán con su familia en 1996, dijo en una entrevista al Mercury News que la reportó desaparecida e indicó que "tenía mucha rabia" contra la empresa. Habló incluso de odio hacia YouTube.

La mujer era una generadora de contenidos veganos, que denunció a la empresa de censurar sus videos.

"No hay libertad de expresión en el mundo real y te impedirán decir la verdad si no tienes el apoyo del sistema", habría escrito en un sitio web. "No hay oportunidad de crecer en YouTube".

"Siempre se quejó que YouTube le arruinó la vida", dijo Ismail Aghdam, que aseguró desconocer que su hija tuviera una pistola. "Posiblemente compró una".

YouTube -que es propiedad de Google- informó que cerró el mismo martes los canales de la mujer debido a "graves violaciones" de las reglas de la compañía.

Sus publicaciones abordaban malos tratos a animales y de la causa vegana en inglés, turco y farsi, pero también colocaba videos haciendo ejercicios o cantando.

"Estoy siendo discriminada y filtrada por YouTube. Restringieron a mayores de edad mi video de abdominales, un video que no tiene nada de malo, nada sexual", zanjó la mujer.

También se quejó que el gigante tecnológico la privó injustamente de las ganancias obtenidas en su sitio.

Una foto publicada por la prensa la mostró además en una protesta contra el uso de animales para entrenamientos en el ejército estadounidense. Se le ve vestida de negro con la cara llena de sangre falsa y empuñando una espada de plástico.

- "Calmada y cooperativa" -

Las oficinas de YouTube están ubicadas a 50 km del campus principal de Google en Mountain View, donde Aghdam fue abordada por la policía horas antes del tiroteo.

Era la madrugada del martes y la mujer dormía en su carro. Los oficiales la interpelaron respondiendo al reporte de desaparecida en la oficina del sheriff de San Diego, pero no vieron motivos para detenerla.

"Durante toda la interacción estuvo calmada y cooperativa", indicó un comunicado del cuerpo policial. En la entrevista dijo que "había decidido dejar a su familia unos días antes debido a problemas familiares".

"En ningún momento durante los 20 minutos de interacción mencionó algo sobre YouTube, sobre su molestia con ellos, ni que planeara lastimarse o lastimar a otros".

La policía de Mountain View llamó a la familia para informarles del contacto. "En ningún momento el padre o el hermano mencionaron nada sobre potenciales actos de violencia o la posibilidad de que Aghdam arremetiera contra alguien a causa de sus problemas con sus videos".

El tiroteo se produce en medio de un acalorado debate sobre la necesidad de controlar el porte de armas en Estados Unidos.

Se estima que 1,5 millones de personas participaron en manifestaciones en todo el país el 24 de marzo pidiendo normas más estrictas con relación a las armas luego de un tiroteo mortal en una escuela en febrero en Parkland, Florida.